Empezar a estudiar piano de mayor es una decisión importante. Con frecuencia, antes de atrevirnos a dar el paso, la idea de tomar clases de piano nos ronda por la cabeza durante un largo tiempo: semanas, meses o incluso años. Quizás nos inquieta el hecho de no saber lo que nos vamos a encontrar en el camino, o si vamos a ser capaces de superar los retos que se nos presenten.
Como profesor de piano desde hace prácticamente 20 años, he tenido la oportunidad formar a muchos alumnos principiantes, observando y compartiendo con ellos las dificultades que se presentan durante las primeras fases del aprendizaje del piano.
Las conclusiones a las que he llegado las he resumido en 7 consejos o recomendaciones, con la ilusión de que os ayuden a cumplir vuestras metas pianísticas y musicales. ¡Allá vamos!
Por sencillos que sean los primeros ejercicios y canciones que ejecutarás en el piano, deberemos ser capaces de incorporar desde el primer momento diversos elementos de manera simultánea, a saber: lectura de notas (en clave de sol y en clave de fa), ubicación en el piano de las mismas, ritmos básicos y los dedos con que tocaremos cada nota. La asimilación de estos elementos requiere tiempo de práctica, así que cuanto más tiempo y más regularidad puedas tener desde un principio, mucho mejor.
El sonido es nuestro material de trabajo y la tecla el mecanismo a través del cual controlamos su emisión, por lo que estos dos elementos deben ser tenidos muy en cuenta en el momento de adquirir un instrumento.
Un piano acústico (vertical o de cola) es la opción ideal, pero un teclado de calidad puede convertirse en una buena alternativa. En caso de que optes por adquirir un teclado, es importante que cumpla con dos requisitos básicos: que tenga 88 teclas y que éstas sean contrapesadas.
Estudiar un instrumento significa regalarnos un tiempo para nosotros mismos, por lo que debemos procurarnos un ambiente confortable y tranquilo. Empezaremos por buscarle un emplazamiento adecuado al piano, con una buena iluminación y que en la medida de lo posible esté libre de distracciones, favoreciendo así nuestra concentración y creando un entorno agradable y propicio para el estudio.
La regularidad que implica el estudio del piano conlleva que en determinados momentos debamos renunciar a hacer otras actividades. En ocasiones, tal renuncia puede ser difícil de entender para personas de nuestro entorno más inmediato, por lo que es importante explicarles la importancia que tiene para nosotros el piano y aprovechar cualquier oportunidad para hacerles partícipes de ese mundo, ya sea explicándoles las dinámicas de clase, invitándoles a una audición u organizando un pequeño concierto en casa.
Los pensamientos del tipo “Soy demasiado mayor para aprender a tocar” suponen uno de los mayores frenos para conseguir nuestros objetivos. Ciertamente, el ritmo aprendizaje de algunas de las habilidades que necesitamos para tocar el piano se ralentiza conforme nos hacemos mayores, por lo que es importante que nuestras expectativas sean lo más realistas posibles y que compensemos esas dificultades con un mayor empeño en nuestro estudio.
Debemos de ser capaces de dejar a un lado nuestras creencias limitantes y analizar con la máxima objetividad tanto nuestras aptitudes hacia el instrumento como nuestras propias circunstancias: tiempo de estudio, grado de estrés, preocupaciones por el entorno familiar… Unas circunstancias adversas pueden afectar de manera considerable a nuestro rendimiento, por lo que deberemos tenerlas en cuenta para poder trazar objetivos realistas a corto plazo, cuya consecución va a ser clave para el logro de nuestros objetivos a largo plazo.
Hay que tener en cuenta que el piano es un instrumento difícil y que requiere tiempo adquirir las habilidades que nos permitan interpretar un repertorio de cierta dificultad (pongamos por ejemplo un Nocturno de Chopin) y más aún conseguir una interpretación de calidad.
Tu autoexigencia y la constatación de la distancia existente entre tus interpretaciones y las de tus referentes musicales (especialmente en los inicios), pueden llegar a generar una cantidad de estrés considerable.
No podemos ni debemos desprendernos de esta autoexigencia, pero en lugar de dirigirla hacia el logro de una interpretación soñada, debemos canalizarla hacia el logro de pequeñas metas, como puede ser la coordinación de un pasaje en concreto, la búsqueda de un determinado sonido o la ejecución de un movimiento en particular.
Dicho de otra manera, el estudio del piano debe ser una fuente de placer y no una fuente de estrés, por lo que es importante disfrutar de todas las etapas del proceso de aprendizaje y apreciar la riqueza y variedad que el mundo del piano y de la música nos ofrecen.
Todos los puntos señalados anteriormente pueden ser difíciles de gestionar por ti mismo, por lo que es importante encontrar un maestro que tenga la capacidad no sólo de transmitir los conocimientos de manera adecuada, sino además de entender tus circunstancias particulares y adaptarse a ellas.
Cuando la relación profesor-alumno funciona, se optimiza el proceso de aprendizaje y se alcanzan con mayor facilidad el logro de los objetivos propuestos.
Este ha sido un resumen de los puntos que considero más importantes antes de iniciar el estudio del piano, pero descubrirás muchos más en este apasionante aventura que estás a punto de empezar. ¡Espero que la disfrutes al máximo!
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Molt complet. Val la pena la lectura.
Mercès
Pianissim Studio
Molt interessant! Gràcies!